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El pueblo de Dios estaba muy contento por fin había salido de la esclavitud de Egipto. Esto había que celebrarse. Le hicieron una fiesta a Jehová Moisés se propuso cantarle a Dios. V 1 “Entonces cantó Moisés y los hijos de Israel este cántico a Jehová, y dijeron:
Cantaré yo a Jehová, porque se ha magnificado grandemente; Ha echado en el mar al caballo y al jinete.”
Moisés cantaba de lo que había
vivido. V 3-4 “Jehová es varón de
guerra; Jehová es su nombre. 15:4 Echó en el mar los carros de Faraón y
su ejército; Y sus capitanes escogidos fueron hundidos en el Mar Rojo.”
El agradecimiento a Dios nos lleva
a danzar a movernos para Jehová. V 20-21 “Y María la profetisa, hermana de Aarón, tomó un pandero en
su mano, y todas las mujeres salieron en pos de ella con panderos y
danzas. 15:21 Y María les respondía: Cantad a Jehová, porque en
extremo se ha engrandecido; Ha echado en el mar al caballo y al jinete.”
Fin de la alegría se termino
la fiesta y era necesario avanzar, pero las circunstancias estaban cambiando de
manera drástica en sus primeros tres días de libertad. V 22 “E hizo Moisés que partiese Israel del
Mar Rojo, y salieron al desierto de Shur; y anduvieron tres días por el
desierto sin hallar agua”
Dios quiere grandes cosas para
nosotros es por eso que empieza un proceso de entrenamiento. Cuando recién nos convertimos
a Cristo es cuando empezamos a sentir ese rigor del desierto.
El entrenamiento cada vez se hace más
fuerte, el que quiere un hermoso cuerpo producto del gimnasio muchas veces no
entiende que eso produce dolor en los primeros días. Y cree que va de mal en
peor.
Por fin después de los tres días de
sed encontraron agua, pero que agua. V 23 “Y llegaron a Mara, y no pudieron beber las aguas de Mara,
porque eran amargas; por eso le pusieron el nombre de Mara.” Estaban
muriéndose de la sed y el agua estaba amarga, imagínate como se sentían, como
te sientes tú cuando acabas de salir de una enfermedad y te encuentras con una
deuda económica. Lo más común es que nos sentimos desanimados, defraudados,
confundidos etc.
Cambio repentino. El pueblo estaba feliz pero de un momento a otro
cambiaron del pandero a la murmuración. V 24 “Entonces el pueblo murmuró contra Moisés, y dijo: ¿Qué
hemos de beber?”
Muchas veces nosotros no entendemos
en que es que consiste un milagro, creemos que una de las evidencias de estar
bendecidos por Dios es tenerlo todo, que no nos haga falta nada.
Solo cuando tenemos un propósito
claro en nuestra vida es cuando valoramos lo que Dios hace por nosotros y nos
damos cuenta del milagro. Una persona en clima frio y húmedo puede vivir hasta
diez días sin consumir agua pero en un
desierto abrasador el tiempo se reduce de manera drástica lo único que puede
vivir es por dos días.
Eso quiere decir que el pueblo de
Dios haya vivido por tres días en el desierto sin agua y que todavía este
lucido era ya un milagro. Que tu estés todavía vivo con la escases de dinero
que tal vez has tenido que pasar es un milagro. Que todavía estemos vivos después
de haber estado en ese mundo infernal del
cual salimos o que hayamos salido de la inmundicia ya es un milagro.
Es normal que después de haber
estado viviendo de manera cómoda “entre comillas” en el mundo y ahora tener que
beber las aguas amargas de la vida nos desanimemos o nos sintamos angustiados.
Que hacer para salir de esas aguas amargas:
1. Clamar a Dios, Dios permite que bebamos aguas amargas para que nos
acerquemos más a él. V 25 a “Y
Moisés clamó a Jehová,” el problema es que cuando estamos conociendo de Dios
y tenemos problemas en lugar de acercarnos a el más nos alejamos y nos desanimamos.
2. Debemos permitirle a Dios que él
nos muestre la solución. V 25 b “y Jehová le mostró un árbol; y lo echó en las aguas, y las
aguas se endulzaron.” Jesucristo es la luz. Juan 8: 12 “Otra vez Jesús les habló, diciendo: Yo
soy la luz del mundo; el que me sigue, no andará en tinieblas, sino que tendrá
la luz de la vida”
Si tu estas durmiendo y te
despierta el ruido de una gotera en el sótano si tu te levantas y bajas las
escaleras en oscuras te puedes caer o hacer el daño mas grande, pero si enciendes
la luz la gotera no se arregla solo porque hay luz, con la luz ahora puedes ver
dónde está el problema pero también puedes ver la solución.
Cristo es nuestra luz y mas que
esperar a que él como luz nos arregle los problemas lo que debemos aprovechar
es que el nos muestra en que nos estamos equivocando donde está el problema y
de esta manera el mismo nos ayuda a encontrar la solución.
3. Debemos entender que en los
problemas somos probados en nuestra obediencia. Obedecer a Dios cuando todo lo
tenemos es relativamente fácil, digo relativamente porque muchos en lugar de
ser más obedientes cuando estamos siendo bendecidos muchas veces hacemos todo
lo contrario. Argumentando que ahora no tenemos tiempo nos alejamos más de
Dios. V 25 c “Allí les
dio estatutos y ordenanzas, y allí los probó;”
Las bendiciones de Dios son para
todos pero las podemos obtener dependiendo de nuestra obediencia. V 26 “y dijo: Si oyeres atentamente la voz de
Jehová tu Dios, e hicieres lo recto delante de sus ojos, y dieres oído a sus
mandamientos, y guardares todos sus estatutos, ninguna enfermedad de las que
envié a los egipcios te enviaré a ti; porque yo soy Jehová tu sanador.”
Si somos obedientes a los mandatos
de Dios el no nos desampara, en el camino a la conquista de nuestros propósitos
el nos da momentos de descanso y refrigerio. V 27 “Y llegaron a Elim, donde había doce
fuentes de aguas, y setenta palmeras; y acamparon allí junto a las aguas.”
Jesucristo es quien nos da
descanso. Mateo 11: 28 “Venid a mí todos los que estáis trabajados y
cargados, y yo os haré descansar.”
Jesucristo nos hace descansar pero
recuerda que todavía no hemos alcanzado nuestro propósito, hay que avanzar a la
meta. Y para esto es necesario continuar con el camino. Éxodo 16: 1 “Partió luego de Elim toda la
congregación de los hijos de Israel, y vino al desierto de Sin, que está entre
Elim y Sinaí, a los quince días del segundo mes después que salieron de la
tierra de Egipto.”
Y si no entendemos el plan de Dios,
si no comprendemos que Dios nos tiene para cosas grandes y que las cosas
grandes se las consigue con esfuerzo. Vuelve o través la murmuración, el cansancio
y el desanimo. V 2 “Y
toda la congregación de los hijos de Israel murmuró contra Moisés y Aarón en el
desierto;”
Recuerda cada vez que te sientas
cansado acude a Jesucristo el te va a dar descanso, pero también recuerda que después
del descanso es necesario seguir avanzando, el desierto es el camino obligado
para llegar a la tierra prometida, sin desierto no hay prosperidad o éxito.
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