21.12.13

Oración Eficaz. Éxodo 17.


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La oración es la única forma que nosotros los seres humanos tenemos para comunicarnos con Dios y sobre todo para tener una magnifica intimidad con él.
El pueblo de Israel tuvo que pasar muchos momentos difíciles y el que no tuviera agua para saciar su sed mientras transitaban por el desierto abrasador era algo ya muy común. V 1 “Toda la congregación de los hijos de Israel partió del desierto de Sin por sus jornadas, conforme al mandamiento de Jehová, y acamparon en Refidim; y no había agua para que el pueblo bebiese.
Moisés lo único que tenía que hacer era clamar a Dios y él le respondía favorablemente. V 5-6 “Y Jehová dijo a Moisés: Pasa delante del pueblo, y toma contigo de los ancianos de Israel; y toma también en tu mano tu vara con que golpeaste el río, y ve. 
17:6 He aquí que yo estaré delante de ti allí sobre la peña en Horeb; y golpearás la peña, y saldrán de ella aguas, y beberá el pueblo. Y Moisés lo hizo así en presencia de los ancianos de Israel.
Además del problema con el agua Israel tenía que enfrentar guerras con sus enemigos. V 8 “Entonces vino Amalec y peleó contra Israel en Refidim.
Lo único que Moisés continuaba haciendo era clamar, orar a Dios. V 9 “Y dijo Moisés a Josué: Escógenos varones, y sal a pelear contra Amalec; mañana yo estaré sobre la cumbre del collado, y la vara de Dios en mi mano.
La oración es algo de la cual cualquier persona puede hacer uso. La pregunta del millón es ¿Dios escucha a cualquiera?
Que necesitamos para que  nuestra oración sea efectiva.
1. Dejarnos guiar por el espíritu santo. Romanos 8: 26 “Y de igual manera el Espíritu nos ayuda en nuestra debilidad; pues qué hemos de pedir como conviene, no lo sabemos, pero el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos indecibles.
2. Pedir de acuerdo a la voluntad de Dios. 1 Juan 5: 14, Jesús era un ejemplo de cómo se debe pedir. Lucas 22: 42 “diciendo: Padre, si quieres, pasa de mí esta copa; pero no se haga mi voluntad, sino la tuya
3. Pedir en el nombre de Jesús. Juan 14: 13 “Y todo lo que pidiereis al Padre en mi nombre, lo haré, para que el Padre sea glorificado en el Hijo.
Qué cosas impiden que nuestra oración sea escuchada:
1. Pedimos mal. Solo pedimos para saciar nuestros deleites. Santiago 4: 3 “Pedís, y no recibís, porque pedís mal, para gastar en vuestros deleites.
2. No amar la Palabra de Dios. Proverbios 28: 9 “El que aparta su oído para no oír la ley, 
Su oración también es abominable.
3. Vivimos en conflictos en el hogar. 1 Pedro 3: 7 “Vosotros, maridos, igualmente, vivid con ellas sabiamente, dando honor a la mujer como a vaso más frágil, y como a coherederas de la gracia de la vida, para que vuestras oraciones no tengan estorbo.
4. Falta de arrepentimiento. Isaías 59: 2 “pero vuestras iniquidades han hecho división entre vosotros y vuestro Dios, y vuestros pecados han hecho ocultar de vosotros su rostro para no oír.
Solo el arrepentimiento nos hace tener una buena relación con Dios y lo más importante es que Jesucristo está dispuesto a perdonarnos. 1 Juan 1: 9 “Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad.

Recuerda que la oración no solo es para pedir o reclamar un milagro, la oración es la puerta que no lleva a la presencia de Dios.



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