Lo que nos permite disfrutar de
nuestro exterior son los sentidos. Sin ellos estaríamos encapsulados y no
sabríamos que pasa a nuestro alrededor.
Estos
sentidos son de manera física en nuestro cuerpo y de manera espiritual en
nuestra alma.
Dios había hecho maravillas delante
del pueblo de Israel. V 2-3 “Moisés, pues, llamó a todo Israel, y
les dijo: Vosotros habéis visto todo lo que Jehová ha hecho delante de vuestros
ojos en la tierra de Egipto a Faraón y a todos sus siervos, y a toda su tierra, las grandes pruebas que vieron
vuestros ojos, las señales y las grandes maravillas”
Pero a pesar de todo eso Israel no
se daba cuenta de las maravillas que habían vivido. La razón era muy simple. El
pueblo de Israel no poseía esos sentidos espirituales que les permitiera sentir
la bendición. V 4 “Pero hasta hoy Jehová no os ha dado
corazón para entender, ni ojos para ver, ni oídos para oír”
La bendición de los Sentidos. La vista, el gusto, el tacto, el
olfato y el oído
1. La Vista. Nos sirve para ver todo lo que nos rodea. El nervio óptico
envía la señal al cerebro. Para que nos gocemos contemplando lo que nos rodea.
Hay personas ciegas espirituales y no quieren ver las maravillas de Dios. Isaías
6: 10, 43: 8 “Engruesa el corazón de este pueblo, y agrava sus oídos, y ciega sus ojos,
para que no vea con sus ojos, ni oiga con sus oídos, ni su corazón entienda, ni
se convierta, y haya para él sanidad; Sacad al pueblo ciego que tiene ojos, y a
los sordos que tienen oídos”
2. El Gusto. A través de la lengua podemos percibir los diferentes
sabores. Una persona sin gusto todo le sabe igual no puede disfrutar de la
comida. Una persona sin gusto espiritual su vida es monótona, no tiene sabor
todo le da igual. Con Jesucristo recobramos el gusto por lo que tenemos. Jeremías 30: 3 “Porque he aquí
que vienen días, dice Jehová, en que haré volver a los cautivos de mi pueblo
Israel y Judá, ha dicho Jehová, y los traeré a la tierra que di a sus padres, y
la disfrutarán.” Disfruta de la vida no permitas que las
circunstancias difíciles te amarguen.
3. El Tacto. Dios nos dio las manos para que pudiéramos sentir las
maravillas de Dios. Pero sobre todo para que a través de ellas podamos transmitir
bendición a los demás. Con ellas podemos
acariciar sentirnos bien y hacer sentir bien. Y sobre todo podemos hacer que
las cosas sean benditas. Deuteronomio 28: 8 “Jehová te enviará su bendición sobre tus graneros, y sobre todo aquello
en que pusieres tu mano; y te bendecirá en la tierra que Jehová tu Dios te da”
4. El Olfato. Dios nos dio la bendición de poder disfrutar de los
diferentes olores que nos da la naturaleza. En lo espiritual nosotros también emanamos
olor. Nuestro comportamiento nos hace oler de manera agradable o desagradable. 2
Corintios 2: 15 “Porque para Dios somos grato olor de
Cristo en los que se salvan, y en los que se pierden”
¿Cómo crees que hueles en la iglesia, en el trabajo, el estudio o la
casa? Estás seguro que tú presencia es agradable a los demás.
5. El Oído. Dios nos capacito para poder oír a lo que nos rodea. Pero sobre todo nos dio esta
capacidad para poder oír a nuestros seres queridos.
La clave para tener una magnífica relación con los demás es tener la
capacidad de oír más y hablar menos. Santiago 1: 19 “Por esto, mis amados hermanos, todo hombre sea pronto para oír, tardo
para hablar, tardo para airarse”
El oír o el ver es una cuestión de actitud. No hay peor ciego que aquel
que no quiere ver y peor sordo que aquel que no quiere oír. Mateo 13: 15 “Porque el
corazón de este pueblo se ha engrosado, Y con los oídos oyen pesadamente, Y han
cerrado sus ojos; Para que no vean con los ojos, Y oigan con los oídos, Y con
el corazón entiendan, Y se conviertan, Y yo los sane.”
Dios nos dio la bendición de tener todos los sentido necesario para
vivir bien no les des un mal uso y sobre todo nunca dejes de usarlos.