Todos preparamos la victoria pero muy pocas veces nos preparamos para la victoria. Había llegado el día en que Gedeón tendría su primera victoria. Dios había escogido a Gedeón por lo tanto sabemos que aunque con inconvenientes él iba a salir victorioso. Nosotros no podríamos pensar: ¿será que Gedeón va a ganar? Con Jehová la victoria era segura.
Cuando vemos películas de héroes en
toda la trama de la película vemos sufrir al personaje principal pero sabemos
que al final aunque aporreado saldrá victorioso.
Por eso más que preocuparse por la
victoria Jehová quería preparar a Gedeón para la victoria.
Como prepararnos para la victoria.
1. Entendiendo que Jehová está con
nosotros. Jueces 6: 12 a “Y el ángel de Jehová se le apareció, y le dijo: Jehová está contigo.” apartados
de Jesucristo nada podemos hacer.
2. Cambiando nuestra mentalidad de
perdedor por una mentalidad de victorioso. De nuestra forma de pensar depende
nuestra manera de ser. Jueces 6: 12
b “varón esforzado y valiente” el ángel se refirió a Gedeón como
alguien valeroso la verdad es que él era temeroso.
3. Derrotando a nuestro ego. La vana
gloria o el mal manejo de la fama es el enemigo número uno de una persona de
éxito. 7: 2 “Y Jehová dijo a Gedeón: El pueblo que está contigo es mucho para
que yo entregue a los madianitas en su mano, no sea que se alabe Israel contra
mí, diciendo: Mi mano me ha salvado.”
4. Quitando lo que no sirve para
nuestros propósitos. V 3 “Ahora, pues, haz pregonar en oídos del pueblo, diciendo: Quien tema
y se estremezca, madrugue y devuélvase desde el monte de Galaad. Y se
devolvieron de los del pueblo veintidós mil, y quedaron diez mil.” muchas veces nos llenamos de cosas que no necesitamos. Has un inventario de lo que
tienes en tu casa o aun que tienes en tu mente. ¿Todos esos pensamientos son
necesarios para lo que quieres?
Más de la tercera parte de los
hombres que estaban con Gedeón no sabían lo que estaban haciendo no tenían un
propósito claro. Hoy encontramos muchos lugares gigantescos llenos de personas
que se llaman cristianas pero sabes que es lo más triste muchos de los que
están en esos estadios no saben que están haciendo. Lo único que los motivo a
congregarse es la necesidad de recibir un milagro.
5. Nunca Quites la mirada de tu
Objetivo. V 4-7 “Y Jehová dijo a Gedeón: Aún es mucho el pueblo; llévalos a las
aguas, y allí te los probaré; y del que yo te diga: Vaya éste contigo, irá
contigo; mas de cualquiera que yo te diga: Este no vaya contigo, el tal no irá.
Entonces llevó el pueblo a las aguas; y Jehová dijo a Gedeón: Cualquiera que
lamiere las aguas con su lengua como lame el perro, a aquél pondrás aparte;
asimismo a cualquiera que se doblare sobre sus rodillas para beber. Y
fue el número de los que lamieron llevando el agua con la mano a su boca,
trescientos hombres; y todo el resto del pueblo se dobló sobre sus rodillas
para beber las aguas. Entonces Jehová dijo a Gedeón: Con estos
trescientos hombres que lamieron el agua os salvaré, y entregaré a los
madianitas en tus manos; y váyase toda la demás gente cada uno a su lugar.” Los
hombres que doblaron las rodillas para beber
el agua tenían que fijar su mirada en las aguas quitando de esta forma su
mirada del horizonte.
Los que llevaron el agua con sus
manos a la boca nunca quitaron su mirada del horizonte. El beber el agua como
lo hace un perro les permitía seguir vigilantes.
6. Enseñando a través del ejemplo. V
16-17 “Y repartiendo los trescientos hombres en tres
escuadrones, dio a todos ellos trompetas en sus manos, y cántaros vacíos con
teas ardiendo dentro de los cántaros. Y les dijo: Miradme a mí, y haced
como hago yo; he aquí que cuando yo llegue al extremo del campamento, haréis
vosotros como hago yo.”
7. Confiando en Dios y creyendo en
lo sobrenatural. V 21-22 “Y se estuvieron firmes cada uno en su puesto en derredor del
campamento; entonces todo el ejército echó a correr dando gritos y huyendo.
Y los trescientos tocaban las trompetas; y Jehová puso la espada de cada uno
contra su compañero en todo el campamento. Y el ejército huyó hasta Bet-sita,
en dirección de Zerera, y hasta la frontera de Abel-mehola en Tabat. ”
No te preocupes por conseguir la
victoria si eres fiel a Jesucristo lo más natural es que a pesar de las
aflicciones serás un victorioso. Preocúpate por prepararte para los tiempos de
victoria.