8.11.15

Redimir por Amor. Rut 3-4.



Librar a una persona de una obligación, de un dolor o de una situación penosa. Conseguir la libertad de una persona o sacarla de la esclavitud mediante el pago de un precio.
Esta frase nos es más común cuando hablamos de Cristo pero la verdad es que la palabra redención no nace precisamente con Cristo esta práctica ya se la utilizaba desde muchos años atrás. Cuando alguien no tenía para comprar su terreno alguien lo redimía es decir alguien lo compraba por él. Esto es lo que sucedería con los terrenos de Noemí ella no podía comprarlos pero su familiar más cercano sí.

El problema era que el  familiar más cercano no era booz. 4: 3-4 “Luego dijo al pariente: Noemí, que ha vuelto del campo de Moab, vende una parte de las tierras que tuvo nuestro hermano Elimelec. Y yo decidí hacértelo saber, y decirte que la compres en presencia de los que están aquí sentados, y de los ancianos de mi pueblo. Si tú quieres redimir, redime; y si no quieres redimir, decláramelo para que yo lo sepa; porque no hay otro que redima sino tú, y yo después de ti. Y él respondió: Yo redimiré.”
Este familiar muy orondo dijo: Si claro yo compro yo redimo. Pero él no sabía que Boooz era alguien especial al igual que Jesucristo y el trato era comprar y hacerse cargo de Rut y lógicamente de Noemí. Este trato ya no le gusto.  V 5-6 “Entonces replicó Booz: El mismo día que compres las tierras de mano de Noemí, debes tomar también a Rut la moabita, mujer del difunto, para que restaures el nombre del muerto sobre su posesión. Y respondió el pariente: No puedo redimir para mí, no sea que dañe mi heredad. Redime tú, usando de mi derecho, porque yo no podré redimir.”
Podríamos decir entonces que redimir es pagar un precio para que otro esté bien. Tu que estás dispuesto a pagar por el bienestar de tu familia o de cualquier otra persona.
Jehová y su hijo Jesucristo sí estuvieron de acuerdo en pagar un precio por nuestro bien estar. Recuerda que estábamos esclavos del pecado y condenados a la muerte pero Cristo nos redimió y pago con su vida.  Juan 3: 16 “Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.”
Jesucristo pago el precio por todos es más el deseo de Dios es que todo el mundo se salve. 1 Timoteo 2: 4 “el cual quiere que todos los hombres sean salvos y vengan al conocimiento de la verdad.” pero no todos pueden tener acceso a esa redención.
Que necesitamos para obtener esa redención.
1. Prepararse. 3: 3 “Te lavarás, pues, y te ungirás, y vistiéndote tus vestidos, irás a la era; mas no te darás a conocer al varón hasta que él haya acabado de comer y de beber.” solo cuando una persona aprecia a la persona con la que se va a encontrar se arregla. Que tanto apreciamos a Jesucristo. Si lo honramos con nuestra forma de vestir. El hábito no hace al monje pero si lo identifica. Tu forma de vestir dice que eres un hijo de rey o de un gamín. Éxodo 28: 1 “Harás llegar delante de ti a Aarón tu hermano, y a sus hijos consigo, de entre los hijos de Israel, para que sean mis sacerdotes; a Aarón y a Nadab, Abiú, Eleazar e Itamar hijos de Aarón.”
2. Someternos a su voluntad. 3: 4 “Y cuando él se acueste, notarás el lugar donde se acuesta, e irás y descubrirás sus pies, y te acostarás allí; y él te dirá lo que hayas de hacer.” Rut se acostaría pero esperaría las instrucciones de Booz. ¿Nosotros nos acercamos a Jesucristo para esperar sus instrucciones? o nosotros le damos instrucciones a él de cómo queremos las cosas.
3. Humildad. V 9 “Entonces él dijo: ¿Quién eres? Y ella respondió: Yo soy Rut tu sierva; extiende el borde de tu capa sobre tu sierva, por cuanto eres pariente cercano.” ella se dirige a él como su sierva aunque reconoce que es su familiar. Si nos consideramos siervos o esclavos de Jesucristo. Muchos solo aceptan que son hijos de Dios.
4. Pensar en nuestro Bienestar. V 10 “Y él dijo: Bendita seas tú de Jehová, hija mía; has hecho mejor tu postrera bondad que la primera, no yendo en busca de los jóvenes, sean pobres o ricos.” estamos totalmente seguros que hay un cielo o una vida eterna después de la muerte. Pero nuestra motivación es también vivir muy bien aquí en la tierra. Lucas 18: 29-30 “Y él les dijo: De cierto os digo, que no hay nadie que haya dejado casa, o padres, o hermanos, o mujer, o hijos, por el reino de Dios, que no haya de recibir mucho más en este tiempo, y en el siglo venidero la vida eterna.” de nada sirve que anhelemos un cielo y vivamos aquí en un infierno.
Jehová es un Dios de propósitos por lo tanto lo que te pasa no es por casualidad. Dios tenía un propósito con Rut. De su descendencia llegaría Jesucristo. 4: 13, 17 “Booz, pues, tomó a Rut, y ella fue su mujer; y se llegó a ella, y Jehová le dio que concibiese y diese a luz un hijo. Y le dieron nombre las vecinas, diciendo: Le ha nacido un hijo a Noemí; y lo llamaron Obed. Este es padre de Isaí, padre de David.”
Jesucristo ya hizo lo que tenía que hacer el con su muerte propicio nuestra salvación pero ahora depende de nosotros si la tomamos o la despreciamos o lo que es peor la desperdiciamos.