Mientras estemos en este mundo es normal que tengamos problemas o batallas que librar. Saúl y el pueblo estaban en problemas al igual que muchos de nosotros. Recordemos la situación que estaba viviendo el pueblo. Los problemas eran muy grandes y se sentían en desventaja. Saúl solo tenía 3000 hombres. 13: 2 “escogió luego a tres mil hombres de Israel, de los cuales estaban con Saúl dos mil en Micmas y en el monte de Bet-el, y mil estaban con Jonatán en Gabaa de Benjamín; y envió al resto del pueblo cada uno a sus tiendas.” los enemigos los superaban en todo. 13: 5 “Entonces los filisteos se juntaron para pelear contra Israel, treinta mil carros, seis mil hombres de a caballo, y pueblo numeroso como la arena que está a la orilla del mar; y subieron y acamparon en Micmas, al oriente de Bet-avén.”
Para completar ahora no tenían
armas. Esto los hacía sentir impotentes. V 19,22 “Y en toda la tierra de
Israel no se hallaba herrero; porque los filisteos habían dicho: Para que los
hebreos no hagan espada o lanza. Así aconteció que en el día de la
batalla no se halló espada ni lanza en mano de ninguno del pueblo que estaba
con Saúl y con Jonatán, excepto Saúl y Jonatán su hijo, que las tenían.”
Que hacer en una situación así al
parecer ya no había salida. Muchas veces creemos que nuestros problemas son tan
grandes que ya no sabemos qué hacer.
Como ganar una batalla cuando todo está en contra.
1. Enfrentando el Problema. Las
personas que fracasan son aquellas que huyen. 14: 1 a “Aconteció
un día, que Jonatán hijo de Saúl dijo a su criado que le traía las armas: Ven y
pasemos a la guarnición de los filisteos, que está de aquel lado.” enfrentar
el problema es reconocer nuestros errores y corregirlos. Una de las
organizaciones más hermosas pero más fracasadas se llama familia. La gran
mayoría de los hogares están descompuestos. ¿Sabes porque? No los sabemos
cuidar. Si a ti te dicen que en el lugar donde dejaste estacionado tu carro siempre
se los roban. ¿Qué harías? Lo más seguro es que sales corriendo para cuidarlo.
Oímos que diariamente la infidelidad se roba a las mujeres o a los hombres pero
no hacemos nada para cuidar a nuestra pareja. ¡Ojo! Encerrarlo y encajonarlo no es cuidarlo. Cuidarlo es analizar
en que estamos fallando en que es que puede ser tentado o tentada para empezar
a trabajar juntos.
2. No Confíes en personas
negativas. 1 b “Y no lo hizo saber a su padre” Jonatán
no hizo saber lo que iba hacer a su padre porque sabía que no lo iba apoyar.
3. Confía en Jehová. V 6 “Dijo,
pues, Jonatán a su paje de armas: Ven, pasemos a la guarnición de estos
incircuncisos; quizá haga algo Jehová por nosotros, pues no es difícil para
Jehová salvar con muchos o con pocos.” no
importa en cuanta desventaja te encuentres con Jehová siempre serás mayoría.
4. Busca personas que te animen y
que te apoyen. V 7 “Y su paje de armas le respondió: Haz todo lo que tienes en tu
corazón; ve, pues aquí estoy contigo a tu voluntad.” en los
momentos de dificultad es que reconocemos a nuestros verdaderos amigos.
5. Mira las señales. V 9-10 “Si nos
dijeren así: Esperad hasta que lleguemos a vosotros, entonces nos estaremos en
nuestro lugar, y no subiremos a ellos. Mas si nos dijeren así: Subid a
nosotros, entonces subiremos, porque Jehová los ha entregado en nuestra mano; y
esto nos será por señal.” a través de los problemas o
dificultades Dios siempre quiere decirnos algo no te desesperes. La desesperación
no nos hace ver lo que Dios nos está mostrando.
6. Esfuérzate. V 13 a “Y subió
Jonatán trepando con sus manos y sus pies, y tras él su paje de armas.” Dios te
va ayudar tú vas a ganar esa batalla pero no te puedes quedar quieto esfuérzate
por conseguir lo que quieres.
7. Trabaja en equipo. V 13 b “y a los
que caían delante de Jonatán, su paje de armas que iba tras él los mataba” hay cosas
que podemos lograrlo estando solos pero las grandes batallas se las gana en
equipo. Si estas en problemas únete a tu familia. Y tu como familia arropa a
los tuyos no los dejes morir solos.
8. Cree en lo sobrenatural. Es Dios
quien pelea por nosotros. V 20 “Y juntando Saúl a todo el pueblo que con él
estaba, llegaron hasta el lugar de la batalla; y he aquí que la espada de cada
uno estaba vuelta contra su compañero, y había gran confusión.” no
importa cuántos sean tus enemigos ellos terminaran matándose entre ellos
mismos.
Recuerda que siempre el ánimo o el desánimo
se contagia. De ti depende que tu familia se derrumbe o pelee junto a ti. Si tú
huyes los demás también lo harán. V 22 “Asimismo todos los
israelitas que se habían escondido en el monte de Efraín, oyendo que los
filisteos huían, también ellos los persiguieron en aquella batalla.”
Nunca te olvides que es Jehová
quien te salvara. En nuestras fuerzas nada podemos lograr nada sobre todo cuando estamos en desventaja total.
V 23 “Así salvó Jehová a Israel aquel día. Y llegó la
batalla hasta Bet-avén.”
No tengas miedo a tus enemigos, no huyas
de las batallas trabaja en unidad con tu familia y con los que te aman amigos o
familiares. Depende siempre de Jehová y él te hará victorioso.