Desde un principio Dios
nos hizo con esa capacidad. Génesis 1: 26 “Entonces dijo Dios: Hagamos al hombre a nuestra imagen,
conforme a nuestra semejanza; y señoree en los peces del mar, en las aves de
los cielos, en las bestias, en toda la tierra, y en todo animal que se arrastra
sobre la tierra.”
Aunque
Dios a todos nos faculto para gobernar no todos pueden gobernar, la razón es que no han podido cumplir con el primer paso de
la gobernabilidad y ese primer paso muy importante es saberse gobernar a si
mismo
Si el hombre no es capaz de
gobernar sus propias emociones difícilmente podrá gobernar el destino de los
demás. Proverbios 16: 32 “Mejor es el que tarda
en airarse que el fuerte;
Y el que se enseñorea de su espíritu, que el que toma una ciudad”
Y el que se enseñorea de su espíritu, que el que toma una ciudad”
Como podemos desarrollar el Arte de Gobernar.
1. Pidiendo a Dios sabiduría. Esto fue
lo primero que hizo el Rey Salomón. 1 Reyes 3: 9 “Da, pues, a tu siervo corazón entendido para juzgar a tu
pueblo, y para discernir entre lo bueno y lo malo; porque ¿quién podrá gobernar
este tu pueblo tan grande?”
2. Escuchando a los demás. 1 Reyes
12: 4-5 “Tu padre agravó
nuestro yugo, mas ahora disminuye tú algo de la dura servidumbre de tu padre, y
del yugo pesado que puso sobre nosotros, y te serviremos Y él les dijo: Idos, y
de aquí a tres días volved a mí. Y el pueblo se fue” escúchate a ti mismo, a tus hijos a tus padres hoy en día
tenemos muy poco tiempo o casi nada para escuchar a los demás.
3. No teniendo prejuicios a la hora
de pedir Consejos. Muchas personas piden consejo
esperando oír lo que ellos quieren. V 6-8 “Entonces el rey Roboam pidió consejo de los ancianos que
habían estado delante de Salomón su padre cuando vivía, y dijo: ¿Cómo
aconsejáis vosotros que responda a este pueblo? Y ellos le hablaron
diciendo: Si tú fueres hoy siervo de este pueblo y lo sirvieres, y
respondiéndoles buenas palabras les hablares, ellos te servirán para siempre. Pero él dejó el consejo que los
ancianos le habían dado, y pidió consejo de los jóvenes que se habían criado
con él, y estaban delante de él.”
4. No Imponiéndose a la fuerza. La
autoridad no se impone la autoridad se ejerce. V 13-14 “Y el rey respondió al pueblo duramente, dejando el consejo
que los ancianos le habían dado; y les habló conforme al consejo de los
jóvenes, diciendo: Mi padre agravó vuestro yugo, pero yo añadiré a vuestro
yugo; mi padre os castigó con azotes, mas yo os castigaré con escorpiones.”
La opresión y tiranía solo produce
desacuerdos y división. V 20 “Y aconteció que oyendo
todo Israel que Jeroboam había vuelto, enviaron a llamarle a la congregación, y
le hicieron rey sobre todo Israel, sin quedar tribu alguna que siguiese la casa
de David, sino sólo la tribu de Judá. ” Judá se convirtió
en Israel del sur y las otras once tribus que siguieron a jeroboam se convirtieron
en Israel del norte.
5. No siendo permisivo o
complaciente por miedo o por agradar a los demás. V 26- 28 “Y dijo Jeroboam en su corazón: Ahora se volverá el reino a
la casa de David, si este pueblo subiere a ofrecer sacrificios en la casa de
Jehová en Jerusalén; porque el corazón de este pueblo se volverá a su señor
Roboam rey de Judá, y me matarán a mí, y se volverán a Roboam rey de Judá. Y
habiendo tenido consejo, hizo el rey dos becerros de oro, y dijo al pueblo:
Bastante habéis subido a Jerusalén; he aquí tus dioses, oh Israel, los cuales
te hicieron subir de la tierra de Egipto.”
Los gobernantes
que son excesivamente complacientes con los que dirige pierden autoridad y los
que son demasiado rígidos difícilmente se ganan el aprecio de los que tiene
bajo su responsabilidad.
En el arte de
gobernar el secreto está en el buen equilibrio. Imponer disciplina sin amor es
tiranía y gobernar solo con amor y sin disciplina es alcahuetería.
5. No Inventando
leyes o normas de acuerdo a su conveniencia. V 33 “Sacrificó, pues, sobre el altar que él había hecho en
Bet-el, a los quince días del mes octavo, el mes que él había inventado de su
propio corazón; e hizo fiesta a los hijos de Israel, y subió al altar para
quemar incienso.”
6. haciendo de su
casa una práctica de Gobierno. 1 Timoteo 3: 5 “(pues el que no sabe gobernar su propia casa, ¿cómo cuidará
de la iglesia de Dios?);”
7. Pensando
siempre en Servir. Mateo 20: 25-28 “Entonces Jesús, llamándolos, dijo: Sabéis que los gobernantes de las
naciones se enseñorean de ellas, y los que son grandes ejercen sobre ellas
potestad. Mas entre vosotros no será así, sino que el que quiera hacerse grande
entre vosotros será vuestro servidor, y el que quiera ser el primero entre
vosotros será vuestro siervo; como el Hijo del Hombre no vino para ser servido,
sino para servir, y para dar su vida en rescate por muchos.”
Gobernar es mucho
más que tan solo mandar gobernar es tener la capacidad de servir a los demás
con amor. Los verdaderos gobernantes no son más que facilitadores en los
procesos de crecimiento y desarrollo de los demás.