Todos queremos conquistar nuestros
sueños o anhelos. Todos queremos ganar. Pero la pregunta seria. ¿Estamos
preparados o mejor queremos prepararnos para la conquista?
Un técnico de futbol un día dijo.
No me traigan jugadores que quieran ganar. Tráiganme jugadores que quieran
prepararse para ganar.
Ganar todos queremos ganar pero
prepararnos para ganar solo unos pocos.
Facundo
Cabral dijo: el que no está dispuesto a perderlo todo no está preparado para
ganar nada.
En este mundo vivimos una constante
guerra. Tanto en lo espiritual como en lo secular. Las batallas espirituales
las ganamos con mucha oración constante y una buena relación con Dios. Efesios
6: 12; 18 “Porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino
contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas
de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes; orando en todo tiempo con toda oración
y súplica en el Espíritu, y velando en ello con toda perseverancia y súplica
por todos los santos”
Las guerras físicas las ganamos con
el respaldo de Dios pero también tenemos que añadirle algo más.
1. Disposición y capacidad para
pelear. V 2 “Tomad el censo de toda la congregación de los hijos de
Israel, de veinte años arriba, por las casas de sus padres, todos los que
pueden salir a la guerra en Israel.”
2. Delegar a quienes pueden y
quieran. La tierra fue repartida entre los aptos para la guerra. V 52-53 “habló Jehová a
Moisés, diciendo: 26:53 A éstos se repartirá la tierra en heredad, por la
cuenta de los nombres.”
3. Delegar de acuerdo a la
capacidad de cada uno. V 54 “A los más darás mayor heredad, y a los menos menor; y
a cada uno se le dará su heredad conforme a sus contados”
4. Anhelando y atreviéndose hacer
algo diferente. 27: 1-7 “Vinieron las hijas de Zelofehad hijo de Hefer, hijo de
Galaad, hijo de Maquir, hijo de Manasés, de las familias de Manasés hijo de
José, los nombres de las cuales eran Maala, Noa, Hogla, Milca y Tirsa; 27:2
y se presentaron delante de Moisés y delante del sacerdote Eleazar, y delante
de los príncipes y de toda la congregación, a la puerta del tabernáculo de reunión, y dijeron: 27:3 Nuestro padre
murió en el desierto; y él no estuvo en la compañía de los que se juntaron contra
Jehová en el grupo de Coré, sino que en su propio pecado murió, y no tuvo
hijos. 27:4 ¿Por qué será quitado el nombre de nuestro padre de entre su
familia, por no haber tenido hijo? Danos heredad entre los hermanos de nuestro
padre. 27:5 Y Moisés llevó su causa delante de Jehová. 27:6 Y
Jehová respondió a Moisés, diciendo: 27:7 Bien dicen las hijas de
Zelofehad; les darás la posesión de una heredad entre los hermanos de su padre,
y traspasarás la heredad de su padre a ellas”
5. Delegando a personas con visión.
Personas capaces de ver lo que otros no pueden o no quieren ver. V 18-21 “Y Jehová dijo
a Moisés: Toma a Josué hijo de Nun, varón en el cual hay espíritu, y pondrás tu
mano sobre él; 27:19 y lo pondrás
delante del sacerdote Eleazar, y delante de toda la congregación; y le darás el
cargo en presencia de ellos. 27:20 Y pondrás de tu dignidad sobre él,
para que toda la congregación de los hijos de Israel le obedezca. 27:21
Él se pondrá delante del sacerdote Eleazar, y le consultará por el juicio del
Urim delante de Jehová; por el dicho de él saldrán, y por el dicho de él
entrarán, él y todos los hijos de Israel con él, y toda la congregación”
6. Entendiendo que Dios no nos
quita las guerras, él nos prepara para ganarlas. Él quiere que seamos unos
vencedores no unos mediocres. Salmos 144: 1 “Bendito sea Jehová, mi roca,
Quien adiestra mis manos para la batalla, Y mis dedos para la guerra;”
Quien adiestra mis manos para la batalla, Y mis dedos para la guerra;”
7. Siendo ejemplo de luchadores.
Juan 16: 33 “Estas cosas os he hablado para que en mí tengáis
paz. En el mundo tendréis aflicción; pero confiad, yo he vencido al mundo.”
Jesucristo no nos dice que nos despreocupemos porque el ya venció. Él se está
poniendo de ejemplo, si el siendo humano venció nosotros también podremos
hacerlo.
8. Haciendo más de lo que nos toca.
Lucas 17: 10 “Así también vosotros, cuando hayáis hecho todo lo
que os ha sido ordenado, decid: Siervos inútiles somos, pues lo que debíamos
hacer, hicimos”
9. Teniendo mentalidad de ganador.
1 Corintios 9: 24 “¿No sabéis que los que corren en el estadio, todos a
la verdad corren, pero uno solo se lleva el premio? Corred de tal manera que lo
obtengáis.”
10. Absteniéndose de lo que nos
impide avanzar. V 25 “Todo aquel que lucha, de todo se abstiene; ellos, a la
verdad, para recibir una corona corruptible, pero nosotros, una incorruptible”
11. Teniendo un Propósito claro. V
26 “Así
que, yo de esta manera corro, no como a la ventura; de esta manera peleo, no
como quien golpea el aire,”
12. Obligándose a luchar. V 27 “sino que
golpeo mi cuerpo, y lo pongo en servidumbre, no sea que habiendo sido heraldo
para otros, yo mismo venga a ser eliminado.”
Todos queremos conquistar el mundo.
Queremos ser conquistadores en el amor, en los deportes, en los negocios o en
el estudio. Y eso está muy bien las grandes cosas comienzan con pequeños
sueños. Pero siempre ten en cuenta que solo lo pueden lograr los que se
esfuerzan y los que dependen de Dios.