Que el pueblo de Israel pidiera un
rey para Samuel era sorprendente. V 4- 6 “Entonces todos los ancianos de Israel se juntaron, y
vinieron a Ramá para ver a Samuel, y le dijeron: He aquí tú has envejecido, y
tus hijos no andan en tus caminos; por tanto, constitúyenos ahora un rey que
nos juzgue, como tienen todas las naciones. Pero no agradó a Samuel esta
palabra que dijeron: Danos un rey que nos juzgue. Y Samuel oró a Jehová.” para Jehová
no era una sorpresa eso era algo que él ya lo sabía desde hace mucho tiempo
atrás. Deuteronomio 17: 14 “Cuando hayas entrado en la tierra que Jehová tu Dios te da, y tomes
posesión de ella y la habites, y digas: Pondré un rey sobre mí, como todas las
naciones que están en mis alrededores;”
Jehová no es un Dios de
casualidades él es un Dios de propósitos todo lo que sucede está bajo su
control.
No
importa cuán desagradable sea lo que te está pasando Dios lo permite para algo
bueno en tu vida.
Saúl tampoco sabía que él era el
elegido para ser rey. No tenía ni la menor idea. Dios tiene cosas maravillosas
para ti y para mí y al igual que Saúl no tenemos ni la menor idea.
Como nos llama Jehová.
1. Utiliza alguno de nuestros
problemas. 9: 3 “Y se
habían perdido las asnas de Cis, padre de Saúl; por lo que dijo Cis a Saúl su
hijo: Toma ahora contigo alguno de los criados, y levántate, y ve a buscar las
asnas.” las asnas eran el medio de trabajo por lo tanto podríamos
decir que estaban pasando por un posible problema económico.
2. Permite momentos de
desesperación. 9: 4 “Y él pasó el monte de Efraín, y de allí a la tierra de
Salisa, y no las hallaron. Pasaron luego por la tierra de Saalim, y tampoco.
Después pasaron por la tierra de Benjamín, y no las encontraron” por más
que buscaban las asnas no las encontraban. Imagínate como se estaría sintiendo Saúl.
Cuantas veces pasamos por situaciones similares por más que buscamos solución a
nuestro problema no la encontramos.
Muchas veces sentimos que nuestros
problemas en lugar de mermar se aumentan. V 5 “Cuando vinieron a la tierra de
Zuf, Saúl dijo a su criado que tenía consigo: Ven, volvámonos; porque quizá mi
padre, abandonada la preocupación por las asnas, estará acongojado por nosotros.”
Algunas cosas que debemos tener en cuenta.
1. Lo que nos sucede es un medio
para Jehová hacer su voluntad. V 6 “Él le respondió: He aquí ahora hay en esta
ciudad un varón de Dios, que es hombre insigne; todo lo que él dice acontece
sin falta. Vamos, pues, allá; quizá nos dará algún indicio acerca del objeto
por el cual emprendimos nuestro camino.”
2. Dios ya lo tiene todo preparado.
V 15-16 “Y un
día antes que Saúl viniese, Jehová había revelado al oído de Samuel, diciendo:
Mañana a esta misma hora yo enviaré a ti un varón de la tierra de Benjamín, al
cual ungirás por príncipe sobre mi pueblo Israel, y salvará a mi pueblo de mano
de los filisteos; porque yo he mirado a mi pueblo, por cuanto su clamor ha
llegado hasta mí.”
3. Lo que nos pasa tan solo es un
pretexto para Dios actuar. V 19-20 “Y
Samuel respondió a Saúl, diciendo: Yo soy el vidente; sube delante de mí al
lugar alto, y come hoy conmigo, y por la mañana te despacharé, y te descubriré
todo lo que está en tu corazón. Y de las asnas
que se te perdieron hace ya tres días, pierde cuidado de ellas, porque se han
hallado. Mas ¿para quién es todo lo que hay de codiciable en Israel, sino para
ti y para toda la casa de tu padre?”
4. No nos podemos escapar o
esconder del propósito de Dios. 10: 21-22 “E hizo llegar la tribu de Benjamín por sus familias, y fue
tomada la familia de Matri; y de ella fue tomado Saúl hijo de Cis. Y le
buscaron, pero no fue hallado. Preguntaron, pues, otra vez a Jehová si aún no
había venido allí aquel varón. Y respondió Jehová: He aquí que él está
escondido entre el bagaje.”
5. No a todos les caerás bien. 10:
27 “Pero algunos
perversos dijeron: ¿Cómo nos ha de salvar éste? Y le tuvieron en poco, y no le
trajeron presente; mas él disimuló.”
No tengas miedo ni te enojes de lo
que te está pasando busca entender el propósito que Dios tiene para ti y esto
te ayudara a soportar lo que estás viviendo sin desesperarte ni renunciar a tus
sueños.