Ser cristiano es mucho más que tan
solo convertirnos en espectadores a la espera de un milagro. Ser cristiano es anhelar
la presencia de Dios en nuestra vida.
Y tener la presencia de Dios en
nuestra vida es tomar la decisión de no hacer nada sin el consentimiento de él.
Éxodo 33: 15 “Y
Moisés respondió: Si tu presencia no ha de ir conmigo, no nos saques de aquí.”
El
pueblo de Dios era un convencido de que Jehová era su Dios el problema es que
con el pasar del tiempo ya se acostumbraron tanto a su presencia que ya no lo
tenían en cuenta en lo que hacían. 1 Samuel 4: 1-2 “Y Samuel habló a todo
Israel. Por aquel tiempo salió Israel a encontrar en batalla a los filisteos, y
acampó junto a Eben- ezer, y los filisteos acamparon en Afec. Y los filisteos
presentaron la batalla a Israel; y trabándose el combate, Israel fue vencido
delante de los filisteos, los cuales hirieron en la batalla en el campo como a
cuatro mil hombres.”
Una de las consecuencias de no
estar en la presencia de Dios es que las cosas no nos salen bien o al menos
como esperábamos. Por esta razón debemos buscar su presencia. V 3 “Cuando volvió el
pueblo al campamento, los ancianos de Israel dijeron: ¿Por qué nos ha herido
hoy Jehová delante de los filisteos? Traigamos a nosotros de Silo el arca del
pacto de Jehová, para que viniendo entre nosotros nos salve de la mano de
nuestros enemigos.”
Que causa la presencia de Dios en nosotros.
1. Alegría en nuestro corazón. V 5
“Aconteció
que cuando el arca del pacto de Jehová llegó al campamento, todo Israel gritó
con tan gran júbilo que la tierra tembló.”
2. Miedo en el corazón de nuestros
enemigos. V 7 “Y los
filisteos tuvieron miedo, porque decían: Ha venido Dios al campamento. Y dijeron:
¡Ay de nosotros! pues antes de ahora no fue así.”
3. Nos ven como personas
importantes a si no lo reconozcan. V 8 “¡Ay de nosotros! ¿Quién nos librará de la mano de
estos dioses poderosos? Estos son los dioses que hirieron a Egipto con toda
plaga en el desierto.”
4. Nuestros enemigos quieren
quitarnos la presencia de Dios. V 10-11 “Pelearon, pues, los filisteos, e Israel fue vencido, y huyeron cada
cual a sus tiendas; y fue hecha muy grande mortandad, pues cayeron de Israel
treinta mil hombres de a pie. Y el arca de Dios fue tomada, y muertos los dos
hijos de Elí, Ofni y Finees.” a través de
que nos pueden quitar la presencia de Dios.
4.1. Malos
comentarios. Ellos saben que la presencia de Dios nos da descanso. Sin él se
acaban nuestras fuerzas y sedemos al enemigo. Éxodo 33: 13-14 “Ahora, pues, si he hallado
gracia en tus ojos, te ruego que me muestres ahora tu camino, para que te
conozca, y halle gracia en tus ojos; y mira que esta gente es pueblo tuyo. Y él
dijo: Mi presencia irá contigo, y te daré descanso.”
4.2. Haciéndonos
dudar. Nuestra fe nos lleva a creer que Jehová está con nosotros aun en los
momentos más difíciles. Isaías 43: 2 “Cuando pases por las aguas, yo estaré contigo; y si por los ríos,
no te anegarán. Cuando pases por el fuego, no te quemarás, ni la llama arderá
en ti.”
5. Quita nuestros dioses y nos
desorganiza para volvernos a organizar. 5: 1-4 “Cuando los filisteos capturaron el arca de Dios, la llevaron desde
Eben-ezer a Asdod. Y tomaron los filisteos el arca de Dios, y la metieron en la
casa de Dagón, y la pusieron junto a Dagón. Y cuando al siguiente día los de
Asdod se levantaron de mañana, he aquí Dagón postrado en tierra delante del
arca de Jehová; y tomaron a Dagón y lo volvieron a su lugar. Y volviéndose a
levantar de mañana el siguiente día, he aquí que Dagón había caído postrado en
tierra delante del arca de Jehová; y la cabeza de Dagón y las dos palmas de sus
manos estaban cortadas sobre el umbral, habiéndole quedado a Dagón el tronco
solamente.” y eso es precisamente lo que no nos gusta.
6. Castiga a quien no se deja
corregir. 5: 6-7 “Y se agravó la mano de Jehová sobre los de Asdod, y los destruyó y
los hirió con tumores en Asdod y en todo su territorio. Y viendo esto los de
Asdod, dijeron: No quede con nosotros el arca del Dios de Israel, porque su
mano es dura sobre nosotros y sobre nuestro dios Dagón.” los filisteos
querían la presencia de Dios para que les vaya bien en lo que hacían pero no
querían cambiar. ¿Tu porque buscas la presencia de Dios?
7. Repudio de parte de los que no
quieren cambiar. 6: 1-2 “Estuvo el arca de Jehová en la tierra de los filisteos siete meses.
Entonces los filisteos, llamando a los sacerdotes y adivinos, preguntaron: ¿Qué
haremos del arca de Jehová? Hacednos saber de qué manera la hemos de volver a
enviar a su lugar.”
Como hacer para que la presencia de Dios sea maravillosa para nosotros.
1. Volverse a Jehová de todo
corazón. Volverse es cambiar de Rumbo. 7: 3 a “Habló Samuel a toda la casa de Israel, diciendo: Si de todo vuestro
corazón os volvéis a Jehová.”
Como nos volvemos a Jehová.
1.1. Quitando
todo dios de nuestro corazón. 3 b “quitad los dioses ajenos y a Astarot de entre vosotros,”
1.2. Preparando
nuestro corazón para Jehová. 3 c “, y preparad vuestro corazón a Jehová,”
1.3. Sirviendo a
Jehová. V 3 d “y sólo a él servid, y os librará de la mano de los filisteos”
2. Reconociendo nuestro pecado. V 6
“Y se reunieron en
Mizpa, y sacaron agua, y la derramaron delante de Jehová, y ayunaron aquel día,
y dijeron allí: Contra Jehová hemos pecado. Y juzgó Samuel a los hijos de
Israel en Mizpa.”
La presencia de Dios no nos evita
los ataques del enemigo o los problemas pero si nos protege. V 10 “Y aconteció que mientras
Samuel sacrificaba el holocausto, los filisteos llegaron para pelear con los
hijos de Israel. Mas Jehová tronó aquel día con gran estruendo sobre los
filisteos, y los atemorizó, y fueron vencidos delante de Israel.” Jehová
nos ayuda mientras luchamos. V 11 “Y saliendo los hijos de Israel de Mizpa, siguieron a los filisteos,
hiriéndolos hasta abajo de Bet-car.”
Es maravilloso que anheles la
presencia de Dios, su presencia hace maravillas pero recuerda que la presencia
de Dios no solo nos ayuda en lo que queremos también transforma nuestra vida a
si no nos guste.