La gran mayoría de los seres humanos sufrimos del mal del alejamiento o del aislamiento.
Nuestros prejuicios, miedos o
diferentes traumas poco a poco nos van alejando de las demás personas y lo mas preocupante
es que muchas veces terminamos alejándonos de las personas que más amamos o
queremos.
Este peligroso mal también lo experimentamos
en nuestra área espiritual, muchas veces sentimos que nos alejamos de Jesucristo
y de su iglesia.
Este mal del alejamiento en muchos
casos no es necesariamente físico, es una sensación, nos sentimos alejados de
los demás.
A muchos nos cuesta socializar con
los demás, no asumimos compromisos juntos, preferimos que no nos tengan en
cuenta en sus actividades.
En la iglesia preferimos que sean
otros a quienes llamen a servir, en la alabanza, en las danzas o en diferentes
ministerios.
Cuando nos alejamos de Dios o de
los demás siempre buscamos una excusa o lo más grabe siempre buscamos un
culpable. V 8 “No
recuerdes contra nosotros las iniquidades de nuestros antepasados; Vengan
pronto tus misericordias a encontrarnos, Porque estamos muy abatidos.”
Asaf consideraba que lo malo que a
ellos les estaba pasando era culpa del pecado de sus antepasados. Pero Jehová
dice todo lo contrario. Ezequiel 18: 20 “
El alma que peque, esa morirá. El
hijo no cargará con la iniquidad del padre, ni el padre cargará con la iniquidad
del hijo; la justicia del justo será sobre él y la maldad del impío será sobre
él”
Que produce el sentimiento de alejamiento.
1. Destrucción. V 1. “Oh Dios, vinieron
las naciones a tu heredad; Han profanado tu santo templo; Redujeron a
Jerusalén a escombros.” Jesucristo
no nos destruye de manera física, pero nuestros actos hacen que nos sintamos destruidos.
· 1.1. En
nuestro hogar empieza a deteriorarse las buenas relaciones, ya no hay comprensión,
tolerancia y todo lo que nos permitía vivir bien en medio de las dificultades.
· 1.2. Hay
diferentes distractores que nos van alejando de nuestra familia. Mala administración
del celular, del trabajo o cualquier otra actividad que nos roba el tiempo con
nuestra familia y con Dios.
2. Muerte. V 3 “Derramaron su
sangre como agua en los alrededores de Jerusalén,
Y no hubo quien los enterrase.” Por naturaleza empezamos a causar muerte emocional
en los demás y en nosotros mismos.
· 2.1. La
peor muerte que puede tener un individuo es el desánimo. Una persona desanimada
no tiene pasión por lo que hace.
· 2.2. Todo
le da igual, no hace frente a las dificultades personales y de familia. Una
persona muerta emocionalmente en lugar de ser ayuda se convierte en carga para
los demás.
· 2.3.
Empezamos a criticar a todo el mundo, nada nos gusta de lo que otros hacen.
3. Burla. V 4 “Somos afrentados de
nuestros vecinos, Escarnecidos y burlados de los que están en nuestros
alrededores” cuando nos alejamos de Dios o de los demás sentimos que
somos el centro de la burla de todos.
· 3.1. Las
personas que están a nuestro alrededor no pueden hablar entre ellos porque
inmediatamente pensamos o creemos que se están burlando de nosotros.
· 3.2. El
alejarnos de los demás también nos hace burlar de ellos, solo les miramos lo
malo.
Que debemos hacer para que nuestra condición Cambie.
1. Volver a Cristo y a las personas
de las que nos hemos alejado 9 a “Ayúdanos, oh Dios de nuestra salvación,
por la gloria de tu nombre; Y líbranos,” no tengas miedo o vergüenza
de pedir ayuda.
· 1.2.A
muchas personas les cuesta reconocer que tienen alguna necesidad, creen que si
muestran su necesidad se verán débiles o inferiores.
2. Reconocer o aceptar nuestras
fallas. V 9 b “perdona
nuestros pecados por amor de tu nombre” debemos reconocer que la culpa no
es de Dios ni de los demás.
· 2.1. Solo
cuando reconocemos nuestras equivocaciones las podemos corregir a tiempo para
poder avanzar.
· El estar
alejados de los demás y de Dios no siempre es culpa de ellos, algo estamos
haciendo que nos aleja.
3. Sentirnos parte de Cristo y
parte de los demás. V 13 a “Y nosotros, pueblo tuyo, y ovejas de tu prado,” Siéntete
parte de la iglesia, de tu familia, de tu trabajo. Etc.
4. Asumamos compromisos que nos
unan. V 13 b “Te
alabaremos para siempre; De generación en generación cantaremos tus alabanzas.” En lo espiritual
alabar, orar, hacer parte de los momentos de ayuno. Etc.
· 4.1. En la
familia, con tus amigos destina o parta un tiempo para compartir con ellos.
No te aísles de Dios o de los
demás, los seres humanos podemos triunfar en lo que hacemos si participamos con
los demás y si dejamos que los demás participen con nosotros.