9.3.22

Salmo 92. Un cristiano de corazón.

 

La razón por la cual en este mundo vemos a tanta gente fracasada es porque todo lo hacen a medias, no lo hacen de corazón.

Hacer las cosas de corazón es meterle ganas, pasión. La recomendación de Jesucristo es que todo lo hagamos de corazón. Colosenses 3: 23 “Y todo lo que hagáis, hacedlo de corazón, como para el Señor y no para los hombres

Este mal de hacer las cosas a medias o de manera mediocre también se ha introducido a las iglesias.

Lastimosamente muchos cristianos viven desanimados y algunos hasta decepcionados con Dios.

La razón por lo cual no viven un cristianismo de corazón es porque no saben exactamente qué es lo que buscan, a muchos los evangelizaron si es que a eso se le puede llamar evangelizar, los evangelizaron prometiéndoles una vida de tranquilidad libre de todo problema.

Los cristianos que no son cristianos de corazón se congregan solo para pedir, exigir o reclamar milagros. 

Como es un cristiano de corazón.

1. Sabe que es bueno alabar a Jesucristo. V 1Bueno es alabarte, oh Jehová, Y cantar salmos a tu nombre, oh Altísimo” El estar siempre alabando hace que tenga una vida de felicidad.

·       1.1. La alabanza cambia nuestro estado de ánimo, no es que nos la pasemos solo riendo o que no suframos, ahora sabemos controlar nuestras emociones.

 

2. Cada mañana anuncia la misericordia de Dios o declara que será un día de Bendición. V 2 a “Anunciar por la mañana tu misericordia,” como nosotros vemos el día es como lo viviremos.

·       2.1. David se disponía a disfrutar cada nuevo día. Salmo 118: 24 “Este es el día que hizo el Señor; nos gozaremos y alegraremos en él.” Muchas personas apenas abren los ojos ya están renegando y quejándose.

 

3. Da gracias por el día al anochecer. V 2 b “Y tu fidelidad cada noche” cuando agradecemos por el día que termino no importa como haya estado, tenemos esperanza y ganas de seguir luchando.

·       3.1. Si vemos las cosas de manera positiva las cosas mejoraran. Como ves el vaso: medio vacío o medio lleno.

 

4. Reconoce las bendiciones de Jesucristo. V 4 “Por cuanto me has alegrado, oh Jehová, con tus obras; En las obras de tus manos me gozo.” Un cristiano de corazón no solo se la pasa lamentándose también reconoce que es un bendecido.

·       4.1. Si te ves siempre como un pobrecito miserable a si vivirás tu vida y a si te verán los demás.

·       4.2. El creerse siempre el pobre es lo que atrae pobreza.

 

5.Se siente fuerte a lado de Jesucristo. V 10 “Pero tú aumentarás mis fuerzas como las del búfalo; Seré ungido con aceite fresco.” En lugar de siempre estar generando lastima, genera confianza.

·       5.1. Para muchas personas el estarse lamentando ya es una costumbre. Le preguntan como esta y dice: ahí como cuando usted era pobre. O bien para no preocuparlo.

 

6. Sabe que con Cristo debe crecer y florecer en todo. V 12-13 “El justo florecerá como la palmera; Crecerá como cedro en el Líbano. Plantados en la casa de Jehová, En los atrios de nuestro Dios florecerán.” El cristiano de corazón no se resigna a la mediocridad, siempre está luchando por algo mejor.

·       6.1. En la iglesia, en la casa o en la sociedad siempre se está preparando para avanzar y no quedarse estancado.

 

7. Aun en la vejez da fruto. V 14 “Aun en la vejez fructificarán; Estarán vigorosos y verdes” nunca se carga a los demás a un este viejo.

·       7.1. Un cristiano de corazón aun en la vejes se considera útil para actuar. Josué 14: 10-11 “Ahora bien, Jehová me ha hecho vivir, como él dijo, estos cuarenta y cinco años, desde el tiempo que Jehová habló estas palabras a Moisés, cuando Israel andaba por el desierto; y ahora, he aquí, hoy soy de edad de ochenta y cinco años; Todavía estoy tan fuerte como el día que Moisés me envió; cual era mi fuerza entonces, tal es ahora mi fuerza para la guerra, y para salir y para entrar.

 

Un cristiano de corazón sabe que su función no solo es lamentarse y rasgarse las vestiduras de manera constante, un cristiano de corazón sabe que su vida ha sido transformada y que ahora tiene las fuerzas suficientes para seguir luchando sin parar.